domingo, 10 de marzo de 2019

Capítulo 8º.



Albert y Louisse Simpson. No queremos más.

Forman un matrimonio bien avenido de mediana edad, el cincuenta y dos y ella cuarenta y ocho años, no desean subir más peldaños en la escala social, se consideran muy afortunados; después de tantos años de vida marital aún se respetan, siguen apoyándose uno en el otro.
Albert consiguió una holgada posición económica y social gracias a sus estudios de ingeniero de caminos y al tesón con que los puso en práctica, trabajando en cualquier apartado lugar del país.
Hoy su vida se desarrolla en una lujosa mansión situada en las afueras; no tienen hijos, aunque en su tiempo los buscaron sin éxito. No se reprochan su infertilidad, se dedican muy al contrario a darse mutua felicidad, no como cuando eran jóvenes y cada día era un aleluya al amor, pero todavía se sorprenden con una flor o un regalo.
Comparten lo que Dios les ha permitido coger de la vida. Tienen días buenos y otros peores, pero saben y agradecen su holgada posición con respecto al resto de los mortales.
Louise está siempre en casa, siempre y cuando la dejan sus continuas actividades en pro de la comunidad a la que dedica una buena parte de su tiempo. Para ella son imprescindibles el orden y la limpieza, por ello es muy normal verla en plena faena, limpiando o embelleciendo cualquier rincón de su hermosa casa; solo se ayuda con una empleada, Alejandra, la cual ayuda en la cocina y con la colada.
Louise siempre anda buscando jardinero para que cuide y arregle su amplia parcela; de vez en cuando aparece algún chicano o un transeúnte que invariablemente se compromete a trabajarlo, y como de costumbre al poco tiempo éste acaba pidiendo la cuenta y siguiendo su errante camino.
Tal vez esté mi hermoso jardín predestinado a ser una especie de selva abandonada. Dice suspirando con resignación.
Por otra parte tienen pocos vecinos, y los que tienen apenas si los ven, son todos jóvenes matrimonios, sin hijos como ellos, y ahí acaban las similitudes; gente que no pasa tiempo en casa, que trabajan ambos en la ciudad, gente que desdiciendo lo dicho antes, tienen al igual que ellos hermosos y descuidados jardines.

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